
La flacidez facial es uno de los signos de envejecimiento que más preocupa a pacientes y profesionales de la medicina estética. La pérdida de firmeza, el descolgamiento de los tejidos y la disminución de la densidad dérmica afectan al contorno y la armonía del rostro. Frente a las soluciones tradicionales, la bioestimulación con ácido poliláctico se ha consolidado como una alternativa avanzada, segura y natural para combatir la flacidez sin recurrir a la cirugía.
¿Qué es la bioestimulación con ácido poliláctico?
El ácido poliláctico (PLLA) es un polímero biocompatible y biodegradable que, al ser inyectado en la dermis profunda, actúa como un potente bioestimulador. Su función principal es estimular la producción de colágeno propio, mejorando la estructura, firmeza y elasticidad de la piel de manera progresiva y duradera.
¿Cómo actúa el ácido poliláctico en la flacidez facial?
A diferencia de los rellenos clásicos, el ácido poliláctico no aporta volumen inmediato, sino que desencadena una respuesta biológica en la piel:
- Activa los fibroblastos, responsables de la síntesis de colágeno y elastina.
- Redensifica la dermis, recuperando el grosor y la firmeza perdidos con la edad.
- Mejora la elasticidad y la textura cutánea, suavizando arrugas y líneas de expresión.
- Redefine el óvalo facial y combate el descolgamiento en mejillas, pómulos y línea mandibular.
Beneficios clave de la bioestimulación con ácido poliláctico
- Resultados naturales y progresivos: La mejora se aprecia de forma gradual, evitando cambios bruscos o artificiales.
- Larga duración: Los efectos pueden mantenerse hasta 2 años, dependiendo del paciente y el protocolo.
- Estimula el colágeno endógeno: La piel se regenera desde el interior, ganando firmeza y juventud.
- Alta seguridad: Producto biocompatible, reabsorbible y con bajo riesgo de reacciones adversas.
- Compatibilidad con otros tratamientos: Puede combinarse con hilos tensores, rellenos de ácido hialurónico, mesoterapia o peelings para potenciar los resultados.
¿Para quién está indicado este tratamiento?
La bioestimulación con ácido poliláctico es ideal para:
- Hombres y mujeres a partir de los 35-40 años con flacidez leve o moderada.
- Pacientes que buscan rejuvenecer el rostro sin cirugía ni largos periodos de recuperación.
- Personas que desean resultados naturales y duraderos.
- Aquellos que han perdido volumen y firmeza tras pérdida de peso o envejecimiento.
Protocolo y resultados
El tratamiento suele consistir en 2 a 3 sesiones, espaciadas entre 4 y 6 semanas. El procedimiento es ambulatorio y se realiza bajo anestesia local. Los resultados comienzan a apreciarse a partir de la segunda sesión y mejoran progresivamente en los meses siguientes.
Ejemplo de resultados:
- Mejora visible de la firmeza y el contorno facial.
- Reducción de arrugas y líneas de expresión.
- Piel más densa, elástica y luminosa.
Casos clínicos y experiencia profesional
Estudios clínicos y la experiencia en consulta demuestran una alta satisfacción de los pacientes y una mejora significativa de la calidad cutánea. Productos como THERASET®, distribuidos por Endobion, han demostrado eficacia y seguridad en miles de tratamientos a nivel internacional.
Conclusión
La bioestimulación con ácido poliláctico es una herramienta imprescindible para combatir la flacidez facial de forma natural, duradera y segura. Incorporar este tratamiento en tu clínica te permitirá ofrecer a tus pacientes una solución avanzada, diferenciadora y con resultados clínicamente probados.
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